Viajar en Avión con Varices: Precauciones y Consejos
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Viajar en avión con varices: precauciones y consejos

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Viajar en avión con varices: precauciones y consejos

El placer de viajar puede verse empañado cuando las várices entran en escena. Los riesgos asociados con problemas circulatorios durante los vuelos pueden causar preocupación y afectar la experiencia de viaje.

En este artículo, exploraremos los desafíos que enfrentan aquellos que vuelan con várices y proporcionaremos estrategias efectivas para reducir los riesgos y disfrutar de un vuelo sin complicaciones.

 

¿Por qué es problemático volar si tienes varices?

Cuando nos enfrentamos al desafío de volar con várices, es esencial comprender en profundidad los diversos factores que pueden acentuar esta situación, poniendo en riesgo la salud vascular.

Cada elemento presenta sus propias complicaciones, y abordarlos de manera integral es crucial para garantizar un vuelo sin complicaciones.

 

1. Inmovilización Durante Vuelos Prolongados

La inmovilización prolongada durante vuelos extensos es un riesgo considerable para quienes padecen várices.

La falta de movimiento prolongado puede comprometer seriamente la circulación sanguínea, aumentando la probabilidad de la formación de coágulos sanguíneos. Este riesgo se intensifica en vuelos de larga duración, donde las horas sin actividad física pueden tener consecuencias significativas en la salud vascular.

 

2. Presión en la Cabina del Avión

La presión en la cabina del avión, aunque necesaria para la seguridad y el bienestar de los pasajeros, puede tener efectos adversos en quienes sufren de várices.

La variación de presión durante el vuelo puede afectar la circulación, haciendo que las venas varicosas sean más propensas a la incomodidad y la hinchazón.

 

3. Espacio Limitado para las Piernas

El espacio reducido para las piernas en la mayoría de las aeronaves representa un desafío adicional para quienes luchan contra las várices.

La falta de espacio para estirar las piernas puede aumentar la presión en las venas, exacerbando la incomodidad y contribuyendo a la fatiga de las extremidades inferiores.

 

4. Estrés Durante el Vuelo

El estrés asociado a los viajes aéreos puede tener un impacto directo en la salud vascular.

La ansiedad y la tensión emocional pueden provocar una respuesta fisiológica que afecta la circulación sanguínea, agravando los síntomas de las várices y aumentando la probabilidad de molestias durante el vuelo.

 

5. Deshidratación

La deshidratación, a menudo acentuada por la baja humedad en la cabina del avión, representa otro riesgo significativo.

La falta de agua en el organismo puede comprometer la elasticidad de las venas, haciendo que las várices sean más propensas a causar molestias y dolor.

Mantener un adecuado nivel de hidratación es fundamental para contrarrestar este efecto y preservar la salud vascular durante el vuelo.

 

Qué puedes hacer si tienes que volar con varices

Volar con várices no tiene por qué ser motivo de preocupación si se toman las medidas adecuadas. Desde el uso de productos específicos hasta la adopción de hábitos saludables durante el vuelo, hay muchas maneras de disfrutar del vuelo sin riesgos:

  • Medias de compresión: el uso de medias de compresión es una práctica común para aliviar la presión en las piernas durante los vuelos. Estas prendas especializadas promueven una mejor circulación y ayudan a reducir la hinchazón.
  • Ropa cómoda y holgada: optar por ropa cómoda y holgada es clave para mantener la circulación sanguínea adecuada. Evitar prendas ajustadas que puedan restringir el flujo de sangre es esencial para minimizar el malestar.
  • Ejercicios de piernas durante el vuelo: realizar ejercicios sencillos de piernas, como estiramientos y movimientos circulares, puede contrarrestar la inmovilización y estimular la circulación. Estos ejercicios pueden realizarse discretamente en el asiento durante el vuelo.
  • Mantenerse hidratado: la baja humedad en la cabina del avión puede contribuir a la deshidratación, agravando los problemas circulatorios. Beber líquidos regularmente es fundamental para contrarrestar este efecto y mantener la salud vascular.
  • Mantener la calma y practicar ejercicios de respiración: el estrés asociado a los vuelos puede afectar negativamente la circulación. Practicar ejercicios de respiración y mantener la calma contribuyen a minimizar este impacto, mejorando la salud general de las piernas.

 

Soluciona este problema de una vez por todas y sin operación

Aunque como has visto es posible hacer viajes en avión con venas varicosas, si de verdad quieres volar sin este tipo de preocupación la única solución es eliminar las varices.

Algo que puedes hacer en nuestras clínicas de cirugía vascular en Granada, Jaén y Motril.

Y gracias a que nuestro equipo de expertos está actualizado en las últimas técnicas, lo conseguirás sin dolor ni post-operatorio, lo que hace que la recuperación sea mucho mejor.

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