
13 Mar ¿Por qué salen las varices? Factores de riesgo y consejos para evitarlas
¿Te has detenido a mirar tus piernas y notado esas venas hinchadas y antiestéticas que no parecen desaparecer?
¿Sabías que factores como el sedentarismo, la obesidad, la genética e incluso pasar horas de pie pueden acelerar su aparición? Ignorar estos factores de riesgo no solo afecta tu calidad de vida, sino que también puede derivar en complicaciones serias, como úlceras o trombosis.
Pero aquí está la buena noticia: entender estos riesgos es el primer paso para tomar el control.
En este artículo, te revelamos los principales factores que debes vigilar y cómo puedes prevenirlos. No dejes que las varices dictaminen tu bienestar; es momento de actuar.
Factores de riesgo que influyen en la aparición de varices
Existen diversos factores que pueden aumentar significativamente el riesgo. Algunos de ellos no podemos controlarlos, como la edad o la genética, pero otros sí están en nuestras manos.
A continuación, te presentamos los principales factores que debes tener en cuenta.
1. Edad
Con el paso de los años, nuestro cuerpo experimenta cambios naturales que afectan a todos los sistemas, y el circulatorio no es una excepción. Las venas, con el tiempo, van perdiendo elasticidad y sus válvulas internas se debilitan.
Este deterioro hace que sea más difícil para las venas devolver la sangre al corazón, especialmente en las piernas, donde deben trabajar contra la gravedad.
Por eso, a partir de los 50 años, el riesgo de desarrollar varices aumenta considerablemente.
Pero ojo, esto no significa que las personas jóvenes estén completamente a salvo.
2. Genética
¿Tus padres o abuelos tienen o tuvieron varices? Pues bien, lamentablemente las varices tienen un fuerte componente hereditario.
Estudios han demostrado que si ambos padres tienen varices, existen muchas probabilidades de que los hijos también las desarrollen en algún momento de su vida.
Por eso, te recomendamos prestar especial atención a tu historial familiar.
Si las varices son comunes en tu familia, tomar medidas preventivas desde temprana edad puede marcar una gran diferencia.
3. Hormonas femeninas
Las mujeres tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar varices que los hombres, y las hormonas tienen mucho que ver en esto.
Los estrógenos y la progesterona, hormonas femeninas, pueden debilitar las paredes venosas y sus válvulas, predisponiendo a la formación de varices.
Las estadísticas son claras: aproximadamente el 55% de las mujeres presentan algún tipo de problema venoso, frente al 40% de los hombres. Momentos como la pubertad, el uso de anticonceptivos hormonales o la terapia de reemplazo hormonal durante la menopausia pueden aumentar el riesgo.
4. Embarazo
El embarazo es, sin duda, uno de los periodos de mayor riesgo para el desarrollo de varices en mujeres.
Esto se debe a una combinación de factores: por un lado, los cambios hormonales propios de esta etapa; por otro, el aumento del volumen sanguíneo que circula por el cuerpo; y finalmente, la presión que ejerce el útero en crecimiento sobre las venas pélvicas y las de las piernas.
Muchas mujeres notan la aparición de varices durante su primer embarazo, y estas pueden empeorar en embarazos sucesivos.
La buena noticia es que en muchos casos, las varices mejoran significativamente después del parto, aunque no siempre desaparecen por completo.
5. Sobrepeso
El exceso de peso aumenta la presión en el abdomen y las piernas, dificultando el retorno venoso.
Además, las personas con sobrepeso suelen tener niveles más altos de ciertas sustancias inflamatorias en sangre, lo que puede debilitar aún más las paredes venosas. Mantener un peso saludable es, por tanto, una de las mejores estrategias para prevenir las varices.
6. Postura
¿Trabajas sentado todo el día? ¿O quizás pasas horas de pie sin apenas moverte? Ambas situaciones son perjudiciales para la salud de tus venas.
Cuando estamos de pie mucho tiempo, la sangre tiende a acumularse en las extremidades inferiores por efecto de la gravedad. Y si estamos sentados, especialmente con las piernas cruzadas, dificultamos el flujo sanguíneo.
Con el tiempo, esta mala circulación puede contribuir significativamente al desarrollo de varices.
Consejos prácticos para reducir estos riesgos
Ahora que conoces los principales factores de riesgo, ¿qué puedes hacer para protegerte? Te ofrecemos algunas recomendaciones sencillas que pueden marcar la diferencia:
- Mantente activo: El ejercicio regular, especialmente aquel que involucra las piernas como caminar, nadar o andar en bicicleta, ayuda a mejorar la circulación.
- Controla tu peso: Una alimentación equilibrada y ejercicio regular te ayudarán a mantener un peso saludable.
- Eleva tus piernas: Cuando descanses, intenta elevar las piernas por encima del nivel del corazón durante unos 15 minutos, varias veces al día.
- Cambia de postura con frecuencia: Si tu trabajo requiere estar mucho tiempo de pie o sentado, trata de hacer pequeñas pausas para caminar o estirar las piernas.
- Usa medias de compresión: Especialmente si tienes antecedentes familiares o si ya notas algunos síntomas, estas medias pueden ser de gran ayuda.
- Evita la ropa muy ajustada: Particularmente aquella que aprieta en la cintura, las ingles o las piernas.
- Cuida tu alimentación: Reduce el consumo de sal y aumenta el de alimentos ricos en fibra y flavonoides (presentes en frutas y verduras).
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