
09 Abr ¿Es dolorosa la operación de varices? Resolvemos la duda más común
¿Es dolorosa la operación de varices?
Esta es una de las preguntas más comunes entre quienes se plantean tratar sus varices. La buena noticia es que hoy en día existen técnicas muy poco invasivas, como la microespuma, que permiten eliminar las varices con mínimas molestias.
En este artículo te contamos todo lo que debes saber y por qué, si el dolor es lo que te frena, no tienes nada de qué preocuparte.
¿Es dolorosa la operación de varices?
No, la operación de varices no suele doler.
Hoy en día se usan técnicas muy poco invasivas, como la microespuma, que apenas generan molestias. En la mayoría de los casos no hace falta anestesia general, y el procedimiento se realiza de forma ambulatoria.
Lo más habitual es notar un pequeño pinchazo o una leve sensación de escozor, pero no un dolor fuerte.
Muchos pacientes nos cuentan que tenían más miedo del dolor que del tratamiento en sí. Y después, al terminar, dicen que ha sido mucho más llevadero de lo que esperaban.
La recuperación también es rápida, sin cortes ni puntos, y en la mayoría de los casos se puede volver a la rutina ese mismo día o al siguiente.
Qué tratamientos existen y cuál es el menos molesto
Existen varios tratamientos para eliminar las varices (y todos han avanzado mucho en los últimos años) que permiten tratar las varices de forma eficaz y con menos molestias.
Los tratamientos más comunes son:
- Láser endovenoso: se introduce una fibra láser dentro de la vena para cerrarla desde dentro.
- Radiofrecuencia: funciona de forma similar al láser, pero con calor generado por ondas de radio.
- Flebectomía: se extraen las varices por pequeñas incisiones. Aunque es eficaz, es más invasiva.
- Microespuma esclerosante: se inyecta una espuma especial dentro de la vena para cerrarla sin necesidad de cirugía.
La microespuma es nuestra apuesta
En nuestra clínica trabajamos principalmente con microespuma porque es una de las técnicas más cómodas y seguras para el paciente.
No hace falta quirófano, ni puntos, ni baja laboral. Solo se utiliza una aguja fina para inyectar la espuma directamente en la vena varicosa.
Lo que se nota es similar a un análisis de sangre: un pequeño pinchazo. Después, puede haber una sensación leve de presión o escozor, pero no suele hacer falta ni tomar analgésicos.
Además, puedes caminar tras el tratamiento y hacer vida casi normal desde el primer día.
Por eso, para muchas personas que tienen miedo al dolor o no quieren operarse, la microespuma es la mejor opción.
¿Qué molestias puedes tener después?
Tras el tratamiento con microespuma, lo más habitual es notar alguna molestia leve, pero nada que se parezca a un dolor fuerte o difícil de soportar.
En la mayoría de los casos, las sensaciones son parecidas a cuando te haces un pequeño hematoma o sientes una ligera tirantez en la zona tratada.
Es normal que durante los primeros días aparezcan:
- Pequeñas zonas amoratadas donde se ha hecho la inyección.
- Una leve sensación de presión o escozor, que suele desaparecer en pocas horas.
- Inflamación muy localizada, especialmente si las varices eran algo más grandes.
Pero estas molestias no impiden hacer vida normal.
De hecho, muchos pacientes caminan con normalidad nada más terminar el tratamiento y vuelven al trabajo al día siguiente. Si hace falta, basta con tomar un analgésico suave como paracetamol, pero la mayoría ni lo necesita.
Además, el uso de medias de compresión ayuda a que la recuperación sea aún más rápida y cómoda. Siguiendo bien las indicaciones, todo mejora en pocos días y sin complicaciones.
Consejos para evitar molestias tras la operación
Aunque como te decimos se trata de un tratamiento muy poco molesto, hay algunas recomendaciones sencillas que ayudan a que la recuperación sea aún más cómoda y rápida.
1. Camina un poco después del tratamiento
No hace falta reposo absoluto. Al contrario, moverte un poco ayuda a que la sangre circule mejor y la microespuma actúe de forma más eficaz.
Un paseo corto tras salir de la clínica es más que suficiente.
2. Usa correctamente las medias de compresión
Las medias ayudan a reducir la inflamación, mejoran la circulación y evitan que aparezcan nuevas varices.
Suelen recomendarse durante varios días después del tratamiento. Es importante ponérselas bien y durante el tiempo indicado.
3. Evita estar mucho tiempo de pie o sentado
Si puedes, cambia de postura cada cierto tiempo. No hace falta que estés caminando todo el día, pero tampoco es bueno estar muchas horas sin moverte.
4. No apliques calor directo sobre las piernas
Durante los primeros días, evita saunas, baños calientes o exponerte al sol directamente en la zona tratada. El calor puede aumentar la inflamación.
5. Sigue las indicaciones del especialista
Cada caso es diferente, así que es importante seguir al pie de la letra los consejos que te den en la clínica. Ante cualquier duda, lo mejor es consultarlo cuanto antes.
Con estas pautas, muchas personas apenas notan molestias y en pocos días sienten las piernas más ligeras y sin signos de las varices tratadas.
La operación y el miedo al dolor
El miedo al dolor es muy común. Muchas personas retrasan el tratamiento de las varices durante años solo por eso.
Pero la realidad es que, con técnicas como la microespuma, ese miedo ya no tiene sentido.
Este tratamiento no requiere cirugía, ni hospitalización, ni anestesia general. Solo se utiliza una aguja fina, y el procedimiento dura unos minutos.
Lo máximo que puedes notar es un pequeño pinchazo o una ligera molestia temporal, pero nada que te impida hacer vida normal al día siguiente.
Además del aspecto estético, eliminar las varices mejora mucho la calidad de vida: menos pesadez, menos cansancio en las piernas y menor riesgo de complicaciones.
Sentirse mejor compensa con creces las pequeñas molestias del tratamiento. Por eso, si el dolor es lo único que te frena, la microespuma es una opción ideal.
Y si aún tienes dudas, hablar con un especialista puede ayudarte a tomar una decisión con más tranquilidad.
Olvídate del dolor y complicaciones relacionadas con las varices
Es normal tener dudas antes de dar el paso, pero con la microespuma el tratamiento es mucho más sencillo de lo que imaginas.
En nuestra clínica de varices en Granada te explicamos todo paso a paso y te ayudamos a mejorar la salud y el aspecto de tus piernas sin dolor, sin cirugía y sin complicaciones.
Puedes escribirnos sin compromiso.
Estaremos encantados de ayudarte.
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